Cómo identificar un vino picado

 

Cómo saber si un vino está picado

La tecnología en lo que se refiere al vino ha avanzado mucho y es muy difícil que hoy en día nos encontremos con un vino pìcado. No obstante, puede ocurrir. Si no quieres que un vino arruine tu reputación en una cena entre amigos, te damos unas cuantas claves para que aprendas a identificar un vino picado.

5 claves para identificar si un vino está picado

1 ) El corcho

Lo primero en lo que tienes que fijarte en el corcho. Si está seco, quiere decir que la botella no ha estado colocada en la posición que requiere el vino y por lo tanto, ha podido «malearlo».

Por otro lado, si el corcho está un poquito salido de la botella, el vino se ha debido sobrecalentar y por lo tanto, otro signo de que no está bueno. Otra señal de que tu vino está malo es si el corcho se rompe, nada más abrir la botella.

2) La cápsula

Si ves que sale líquido por la cápsula, es que la botella tiene algún orificio abierto y se está oxigenando demasiado. Ese vino no está para tomarlo.

3) El olor

Si huele a corcho, a cartón mojado, a vinagre, a musgo, a pegamento, a manzana podrida, a rancio o a uvas pasas, sin duda tu vino está simplemente impresentable. También te puedes encontrar con el caso contrario, que tu vino apenas tenga aroma floral… está malo.

4) El color y el aspecto

Si tu vino presenta un color extraño. Los vinos tintos cuando no están bien, adquieren una tonalidad marrón y los blancos, cogen un color marrón claro o ámbar; los negros, por su parte, pierden el color volviéndose anaranjados. Si por otro lado, el vino tiene algo de efervescencia o burbujas, ha sido víctima de una fermentación después de ser embotellado y no puedes hacer otra cosa más que desecharlo.

5) Los posos en el vino

Los posos en el vino no tienen porqué ser un indicativo de que el vino está malo. De hecho, en muchas ocasiones, son un síntoma de calidad. El sabor te dará la clave.

Algunos consejos para evitar que tu vino de casa se pique

Si quieres evitar que tu vino de casa se pique lo mejor que puedes hacer es: controlar la temperatura del vino, debe estar entre 14 y 15 grados para que no proliferen bacterias acéticas; mantener la botella en un lugar fresco, colocar las botellas mejor en forma horizontal para evitar que el corcho se seque y recordar guardar las botellas en un lugar con poca luz.

Si abrimos una botella, lo mejor es consumir el vino en el mismo día, de este modo evitaremos una excesiva exposición de este con el oxígeno y termine por oxidarse en poco tiempo.

 

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